¿San Miguel o Guanajuato? La pregunta del Millón
Una vez viajando, yo me hice esta misma pregunta. ¿Cuál es mejor, San Miguel o Guanajuato? Bueno, la respuesta es obvia. Pero saca tu propia conclusión.
Y es tan sencillo como decir que tanto San Miguel de Allende como Guanajuato están ubicados muy cerca uno de otro. Aún así, hay que destacar los contrastes entre estos dos hermosos destinos.
Qué pienso de San Miguel de Allende
San Miguel de Allende es una chulada de lugar. El centro tiene una arquitectura hermosa, con callejones y caminos. Todos los lugares son “misteriosos” ya que la mayoría de los lugares están en terrazas y techos. Todas las vistas son hermosas y encuentras gente de todas partes del mundo.
La arquitectura es majestuosa y está dividida con construcciones modernas y el centro con edificios antiguos. Sin embargo, lo que más me gustó fue la fiesta, que la encontrabas a todas horas. Quizás porque fue fin de semana. Que te recomiendo ir para el día de la independencia.
Qué tal Guanajuato
Guanajuato, Guanajuato ha sido de mis ciudades favoritas del Bajío en general. Por alguna razón, que seguramente los guanajuatenses saben cual es, la ciudad tiene un encanto completamente diferente a San Miguel y a León.
Son muy similares en el sentido que el Estado de Guanajuato es la cuna del movimiento de la Independencia de México. Pero la Ciudad es simplemente diferente. Empezando que desde la entrada al centro de la ciudad, pasas por un túnel que pareciera que vas de una ciudad común y corriente a un Pueblo Mágico.
Encontrarás tiendas, el callejón del beso, un mirador impresionante, al Pípila, bares, comida, gente de todas partes del mundo, muchas subidas, bajadas, túneles y colores. Guanajuato es una ciudad universitaria, por lo que tiene un ambiente muy jovial y cantinas tradicionales siempre llenas.
No puedo decir que se visite Guanajuato por en cima de San Miguel, pero si darle el valor que se merece ya que está subvalorado. En lo personal me gustó más que San Miguel. Pero es cuestión de gustos y siempre recomendaré que visiten los dos. ¡No hay que dejar pasar ni uno!